El algodón orgánico se recolecta completamente a mano, preservando la pureza de cada fibra y asegurándose de que ninguna fibra es dañada en el proceso. Los métodos de cultivo orgánico contribuyen con la preservación de la biodiversidad y los ecosistemas saludables, mejoran la calidad del suelo y el agua utilizada se puede reciclar. Llevan más tiempo, requieren más conocimientos y habilidades y tienen un costo mayor.